Del Capitalismo al Personalismo

Parece que más que en una crisis económica estamos ante un cambio de paradigma, y no es nada nuevo porque este proceso ha venido sucediendo en los últimos cambios de siglo.

El capitalismo es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados – vía Wikipedia.

Pero en esa definición hay un par de palabras que destacan: en primer lugar no se habla de personas sino de individuos, palabra fría e impersonal; la otra palabra en cuestión es mercados: y esos mercados eran jerárquicos, lejanos y desconectados unos de otros. En el siglo XX se convenció a las masas, no a las personas; un canal de radio bastó para sacar a los norteamericanos a la calle cuando a Orson Welles se le ocurrió el guión de La guerra de los mundos.

El Capitalismo clásico entiende que con capital para obtener productos de partida, mano de obra y medios de trabajo, genera un producto que se vende y con el cual se gana dinero; pero no ve a las personas como tales sino como fuerza de trabajo, mientras que los medios de trabajo están en poder de la empresa, del capital.

¿Pero qué sucede cuando los medios de trabajo están sobre los hombros de sus empleados, en cada uno de sus cerebros? porque ese es el paradigma de la Sociedad del conocimiento en la que ya vivimos. Dos consecuencias son directas: en primer lugar, los sindicatos de trabajadores no tienen sentido tal y como los entendemos hoy, porque esas estructuras se pensaron cuando los medios de trabajo eran monopolio del capitalista, algo que sólo rompía la idea de cooperativa, y hoy, el trabajador lleva su medio de trabajo metido en su cabeza. La segunda consecuencia directa: el empresario de la Sociedad el conocimiento debe hacer un esfuerzo para retener el talento, porque con cada trabajador talentoso que se marcha, sale de la empresa una parte de sus medios de trabajo, es decir, ese cerebro amueblado en parte en la empresa que se marcha a producir para otra disinta, pero que no deja los muebles en la primera.

En el siglo XXI a las personas se las convence de una en una, no en masa. Somos muchos, y muy comunicados, quizás empezamos a estar excesivamente comunicados llegando a perder capacidad para razonar en profundidad; pero somos tantos y tan comunicados que nos vemos iguales unos a otros, situación que nos agobia y nos lleva a escorarnos para ser mínimamente originales; contactar con otras personas raras hoy es fácil, de modo que podemos sentir la calidez de la tribu de los tipos raros similares a nosotros que por el Mundo hay sueltos.

El dinero para crear una empresa y los medios materiales son hoy mercancías al alcance de todos; de las ideas, y sobre todo de las personas, no se puede decir lo mismo.

Comentarios

2 respuestas a «Del Capitalismo al Personalismo»

  1. Avatar de jose

    También sería interesante añadir a la reflexión el concepto del mundo financiero. El dinero virtual y exponencial (productos derivados). En términos de capital crea una explotación colateral (sobre los que dependen de una fuerza de trabajo “simple”) cuando revientan la economía. Ahora ya el amo ni siquiera tiene porque tener una mínima relación con quien está pisando.

    Me ha parecido interesante la reflexión de que los sindicatos no son necesarios, pues los medios de trabajo están en la cabeza. Bien, coincido siempre que hablemos de internet y si es alguien que quiere sacrificar mucho de su tiempo a construir algo. Y no lo tendrá fácil comparado con alguien que tenga dinero. En el resto de ámbitos creo que la cosa sigue igual, aunque tu sepas mucho de algo si no tienes dinero no podrás montar la empresa como quisieras.

    Saludos

    1. Avatar de Javier
      Javier

      Creo que hace un año había más del doble de dinero en derivados que en economía real, esas cosas me ponen los pelos como escarpias y son, junto con el apalancamiento lo que nos ha llevado a este hoyo; supongo que ya habrás visto el video de la “hipoteca del negro de Alabama” donde se explica muy bien esta historia.

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