¿Qué está pasando?
Vivimos la peor crisis desde la de 1929, estamos en el punto de inflexión que marcará si la superamos ahora, o, si en caso contrario, tenemos que remontarnos a la crisis del Siglo XVII para encontrar una peor. Hay señales contradictorias, pero una cosa sí que es cierta, los analistas seguro que se van a equivocar, y a tí no te va a servir de nada hacer cábalas e intentar predecir el futuro; lo que sí te ayudará es intentar cambiarlo, y está en tus manos, pero de eso hablaré después.
Esta crisis tiene tres causas: la principal es la combinación de especulación y endeudamiento, la segunda es de valores y la tercera es medioambiental. Por eso se debe combatir con: economía real, solidaridad y sostenibilidad.
¿Qué puedo hacer yo?
Lucha, no desfallezcas.
Si estás empleado, trabaja más, déjate de darle vueltas a lo mal que está todo y pon tu granito de arena para salir adelante. Si pensamos que la Economía va bien, la Economía irá bien. Si todos pensamos que la Economía va mal, la Economía irá mal. Emprende desde dentro, empuja. Ahora que el miedo está en el ambiente, un subordinado que empuja es una bendición para un jefe temeroso.
Si estás en paro inicia algo, busca trabajo, crea una empresa por pequeña que sea, estás ante un momento de oportunidades; cuando remontemos tendrás un gran mercado para tí. Posiciona tu marca personal, crea un blog, déjate ver. Ahora es posible abrir una ventana, y decir hola mundo. Relaciónate, la combinación de un blog, Twitter, Linkedin y eventos varios es infalible.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
José Agustín Goytisolo (Palabras para Julia)
Un dato, del que no se habla demasiado, es espeluznante: ya tenemos más muertos por suicidio que por accidentes de tráfico. Suicidarse es un acto de cobardía y de ociosidad; me explico, no se suicidan en los países pobres, pues bastante tienen con ingeniárselas para comer; se suicidan los que tienen sus necesidades cubiertas, y tienen suficiente tiempo libre para compadecerse de si mismos. Te suicidas cuando tiras la toalla, cuando dejas de luchar, es, por tanto, un acto cobarde.
Si ayer eras listo, hoy no puedes ser tonto.
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