Ramón es de Villaverde. El penúltimo ERE de Telefónica lo puso en casa con 52 años. Coincidí hoy con él pedaleando por la Casa de Campo cuando volvía del trabajo. De chichonera y maillot clásico, con fibrosa estructura y afilada cara Ramón es un hombre enfadado con el mundo que le ha tocado vivir.
Me adelantó, levantó un poco el pie y dijo: es un manillar muy bonito. Le di las gracias. ¿Haces todo el Anillo? Yo vengo desde Villaverde y lo hago entero. Ah, que vas en bici a trabajar; éso es mejor.
Llevaba una bici de montaña del año 90 pero estaba perfectamente ajustada; se la compró casi nueva a su sobrino en el 97 por la mitad de lo que le había costado siete años antes. Y la repasaba cada día con el mimo con el que mecanizaba las piezas en su trabajo.
Ramón hace 30km cada tarde en su bici para alejarse del bar en que que viven sus ex-compañeros de taller. Ramón siente rabia cntra un mundo que lo ha hecho inválido sin serlo. Mucho me temo que Ramón podría enseñar muchas cosas a los mecánicos de los nuevos talleres de bicicletas, y mucho me temo que Ramón nos podría enseñar el amor por las cosas bien hechas a todos los demás.
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