Retomo este tema de la negociación porque creo que esta técnica decanta el resultado de las interacciones que tenemos. Me explico, estar predispuestos a colaborar o a competir con el que nos viene de frente supone, independientemente del resultado de la negociación; que se genere buen o mal ambiente.
Es lógico pensar que si a escala micro se producen fricciones, a escala macro se perderá eficiencia. Del mismo modo que si a escala micro se colabora se creará una macroestructura robusta.
Si la inteligencia se mueve desde abajo hacia arriba, sí no hay un único líder que todos sigamos. Entonces resulta que el poder está en las pequeñas cosas, en las conversaciones. No todas las conversaciones tienen el grado de negociación, pero sí muchas de ellas. Y si afrontamos las negociaciones en términos de yo gano, tu pierdes, es probable que empecemos ganando y también que acabemos perdiendo.
Los vínculos profesionales se diluyen con los personales,
las redes hacen que cada día haya más interacciones,
los ordenadores registran y archivan las conversaciones.
No seas tonto, no quedes mal porque os volveréis a encontrar.
Es curioso que en la época de la globalización, en la que parece que todo se podía diluir como sucede en las grandes ciudades, en las que podríamos pasear con los calzoncillos puestos en la cabeza sin que al día siguiente nadie lo recordara. Es curioso que en esta época se hable de Identidad digital como algo fundamental para nosotros. Pero es lógico porque, por un lado el volumen de información ha crecido mucho, pero por otro lado la capacidad para almacenar y procesar dicha información ha crecido mucho más; y es que la caché de Google es inexcrutable.
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