Ayer tuve la suerte de ver a Ferrán Adriá en directo. Como nadie es profeta en su tierra Adriá es denostado por la mitad cainita de España.
El caso es que hay consenso para considerarle el mejor cocinero del mundo y una de las diez personas más innovadoras del planeta. Si nos ponemos a buscar qué español puede considerarse el mejor del mundo en algo tendríamos que ir a los deportes, y seguramente encontremos mas medallas de plata que otra cosa en estos momentos; pienso en Rafa Nadal, Fernando Alonso o Xavi Hernández.
Adriá, que ya lo ha conseguido todo como cocinero, presentó ayer un proyecto utópico, ambicioso y global porque, en sus propias palabras hoy en día el mundo funciona así. Se ampliará la sede de Cala Montjoi para dar cabida a El Bulli Foundation que dedicará un 95% a innovar y un 5% a dar de comer a la gente, y difundirá el conocimiento generado en Internet a través de la Bullipedia.
La misión de su fundación es hacer eficiente la innovación, algo que choca a ciertas personas dado que derrocha ingredientes y medios para cocinar, pero no caen en que el lujo es un mercado creciente conforme crece la desigualdad en el mundo, que el público objetivo de Adriá es cada vez mayor y más rico. Pero además nos ha servido para posicionar muy bien la marca España, algo que tal vez solo haya conseguido nuestra Selección de fútbol.
Puestos a echarle en cara cosas, al bueno de Ferrán también le reprochamos que haya levantado un montón de dinero de Telefónica entre otros con suma facilidad, así emprende cualquiera. Y claro que Adriá es un emprendedor, y claro que no ha perdido ni un ápice de ambición, pues sí cuando creó El Bulli se propuso ser el mejor cocinero del mundo, ahora se propone un reto igual o mayor, ser el Jimy Wales español, crear el referente mundial en cocina e innovación, ¡toma ya!
Levantar dinero público o de grandes empresas puede resultar más sencillo que conseguirlo de un inversor que busque la rentabilidad, pues si partes de una marca personal como la de Adriá o de una institución pública dispones de una situación de fuerza que casi te garantiza el éxito. Hace tres años viví una situación similar en EOI como intraemprendedor, casi me daba vergüenza la facilidad con la que se conseguía el dinero, otra cosa fue después todas las ataduras que este dinero, que no busca rentabilidad genera. No tengo nada claro que sea una opción más fácil que la de usar dinero de inversores pues exige justificaciones a varios niveles: administrativo, institucional y político, las cuales pueden dar al traste con la viabilidad del proyecto. Es por eso que deseo mucha suerte y mano izquierda a nuestro cocinero, la va a necesitar.
No quiero pasar por alto una hipótesis que Adriá postula para su proyecto y es que el Internet de calidad no va a ser gratis, que él no cree en el todo gratis. Basta con leer mi post anterior sobre innovación en modelos de negocio para darse cuenta que yo tampoco creo, ahora bien los contenidos han perdido su valor económico aunque son más valiosos que nunca, esta paradoja se revela en la situación de los medios de comunicación tradicionales o de las discográficas. Los contenidos son hoy un medio para posicionar un proyecto, para convertirlo en referente. En innovación no hay medalla de plata, nadie sabe quien es el segundo cocinero más innovador del mundo, pero todos sabemos que Ferrán Adriá es el primero; y ése liderazgo se consigue a través de los contenidos que se liberan, que se dan gratis.
La mayor parte de los fondos de capital riesgo se están saliendo del sector contenidos precisamente porque no generan dinero en sí, aunque generen más valor que nunca, si bien ese valor no suele ser capturado en dinero. ¿Y cómo solucionamos esto?, con creatividad en el modelo de negocio. Cuando generamos y liberamos contenidos catalizamos una lluvia de información, si somos referentes, nuestra información se multiplica por diez, por cien, mil o un millón cuando la liberamos; es un fenómeno viral que se transmite uno a uno, punto a punto porque es bidireccional al contrario de lo que sucedía con los medios de masas que reinaron el Siglo XX y revelaron su potencia en la emisión radiofónica de La guerra de los mundos, cuando H.G. Wells consiguió sacar a la calle a los norteamericanos que creyeron estar siendo invadidos por extraterrestres.
Esa lluvia de información con muchas más gotas de las que inicialmente nosotros lanzamos ha de ser capturada y convertida en dinero para que el negocio sea sostenible, para ello hemos de tener uno o varios cubos capaces de capturar esa lluvia de información que se ha convertido en comunicación de persona a persona. Desde el liderazgo se pueden vender experiencias como visitar El Bulli, las certificaciones o el merchandishing; se puede cobrar por publicitar marcas o validar productos, pero querido Ferrán, yo creo que no se puede cobrar por el acceso a los contenidos pues vivimos en la era de la colaboración y de la transparencia.
Deja una respuesta