Hackear la educación I: creatividad por defecto

The grey elephant

Hace treinta años el dogma imperante marcaba que la creatividad era negativa en sí misma, que los creativos éramos personas molestas que no rendíamos como los demás ni en el estudio ni en el trabajo. No hablábamos de aprender o de crear sino de estudiar o trabajar. Identificábamos lo profesional con lo aburrido.
Hoy sabemos que quien pueda ser sustituido por un robot será sustituido por un robot.
Un joven de veinte años estará ahora mismo examinándome del carnet de conducir taxis con la idea de trabajar los próximos 47 años de su vida conduciendo un taxi, cuando en 5 o 10 años gran parte de los taxis se conducirán solos.
Hay un abismo educativo entre los listos y los tontos, aunque realmente la diferencia no esté en la inteligencia de los niños ni tampoco en las posibilidades, sino que lo importante es la inquietud por aprender y en Internet tienes todo el conocimiento.
Aprender es hoy un tema tan serio que sólo podemos hacerlo a través del juego.
Hace quince años mi madre postuló en su tesis doctoral que un niño de alta capacidad tenía que tener tres atributos en abundancia: inteligencia, tesón y creatividad. Lo que no decía es que quince años antes evitaba utilizar la palabra creatividad en las charlas pues tenía connotaciones negativas, en su lugar utilizaba eufemismos como buscar soluciones distintas.
No tenia en mente escribir esta cadena de entradas, si bien son ideas que tengo desde hace tiempo, quizás es The grey elephant y los Chiquitectos que andan por aquí quienes me han empujado.
Hackear la educación es reventarla desde dentro, sin aspavientos ni violencia, poco a poco. Niños brillantes que además son creativos pero sobre todo tienen inquietud por aprender constantemente.
Hay que hackear la educación. Hay que poner la creatividad por defecto bajo la premisa de que la creatividad es buena por sí misma.

9 comentarios

  1. Como educador y creativo coincido contigo en que debemos fomentar la creatividad en la educación y que el cambio va a dar desde dentro de las aulas. No podemos esperar que instituciones educativas poco flexibles (que funcionan a golpe de legislatura política) se remodele un sistema de aprendizaje basado en la memorización mecánica de datos.
    También tenemos que entender la comunidad educativa como un concepto amplio en los que tod@s estamos incluidos: educador*s, familia y sociedad en general.
    Dejo enlace a comunidad
    Seguiremos la pista de esa cadena de posts que promete ser interesante.

  2. Muy lúcido en tu propuesta de hackear la educación. Y eso sólo se puede hacer poco a poco. Cada uno desde su pequeña parcela, hasta formar una red.
    Yo he empezado. No me importan las notas de mi hijo. Le he dejado libre en su tarea diaria, cuánto hacer, qué hacer y cómo. Pongo notas en la agenda “maldita” en las que alabo lo que me gusta de él, de los profes, del cole… y no sólo lo que no me gusta. Y según se me ocurran más cosas las iré haciendo.
    Gracias por tus pensamientos.

    1. Gracias a tí Laura. A mí también me preocupa mas bien poco que mi hijo sea capaz de repetir lo que le cuentan, pero mucho que tenga inquietud y dude de lo que ve. Lo conseguiremos, ya verás

  3. Muy lúcido tu objetivo de hackear la educación. Sólo podemos llevarlo a cabo cada uno de nosotros desde nuestra pequeña parcelita. Yo he empezado. No doy importancia a las notas. He dado libertad a mi hijo para organizar sus tareas; cuándo, cuánto y cómo. Escribo notas positivas en la agenda “maldita” donde hasta ahora sólo aparecían mensajes negativos: cómo me ha gustado tal trabajo, hoy se le ha ocurrido esta idea brillante, me gusta cómo habéis enfocado tal tema; para profes, cole, mi propio hijo… según se me vayan ocurriendo cosas las iré probando. Con cada pequeño gesto algo cambia. Gracias por tus comentarios.

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