Hoy cumplo un año sin fumar. Mucho tiempo antes, en verano de 2011 decidí darle un vuelco a mi vida porque no estaba a gusto conmigo, mas aún, no era feliz. Durante varios meses me fui mentalizando de modo que cuando lo dejé ya tenía todo el trabajo hecho. Yo ya había estado tres años sin fumar y sabía que no valían medias tintas y que tampoco iba a ser fácil. O se fuma no se fuma. He de decir que me fue de mucha ayuda el libro de Alan Carr.
Cuando dejas de fumar ganas olores, dinero, autoestima, sabores,… tampoco quiero convencer a nadie para que deje de fumar. Los fumadores ya saben lo que hay, como lo sabemos también los ex fumadores. Eso sí, fueron tres semanas duras, no utilicé parches, chicles, ni ningún sustitutivo, incluso salía con los fumadores a la calle para enfrentar me con la situación.
No he renunciado a nada y ahora disfruto más con cada cosa que hago y tengo una hora más al día porque estoy menos aletargado y porque no gasto tiempo fumando.
Dejé de fumar porque me pregunté por qué fumaba, la respuesta era evidente: fumaba, al igual que los demás, porque estaba enganchado a la nicotina.
Hoy La piel me ha mejorado mucho, en mis pulmones hoy caben 8 litros de aire, una magnifica capacidad que me sirve para bucear un largo de piscinadel tirón, etc. Pero lo mejor es que no me tengo que avergonzar de que mis hijos me sorprendan con un cigarro en la boca.
Dejar de fumar fue solo el principio para invertir el giro del círculo vicioso hacia un círculo virtuoso, un mes después de dejar el tabaco decidí no beber más alcohol, y poco después decidí ser feliz en el trabajo y,… Pero esas cosas te las iré contando en sus respectivos aniversarios.
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