El abismo educativo: las castas culturales en la era de Wikipedia

Anónimo

Nunca la información había estado tan accesible como lo está hoy y sin embargo tenemos diferencias abismales entre la educación de unas y de otras personas, y además estas diferencias son evidentes desde los seis años de edad, y además estas diferencias condicionan más que nunca la calidad de vida y el futuro de las personas. Tal vez hace algunos años pudiéramos salir adelante dignamente trabajando de reponedor en un supermercado, conduciendo una máquina sencilla o como temporeros eventuales en el campo,, pero hoy no porque todas esas tareas están siendo realizadas por máquinas que no cobran sueldo, no tienen bajas laborales ni tampoco tienen días de descanso,… y es que el que pueda ser sustituido por un robot será sustituido por un robot.

Construir máquinas o ser sustituido por ellas.

Vivimos cada vez mejor y viviremos aún mejor cada día gracias a las máquinas. En mi primer trabajo por cuenta ajena allá por 2002, a mis 26 añitos yo tenía secretaria y hoy no la tengo pese a ser director general de una empresa, y no la tengo porque llevo un teléfono donde está mi agenda, mi calendarios, mi correo y todo se sincroniza con la gente que trabaja conmigo, hace 15 años había 10 secretarias por cada una que hay hoy. Hemos visto como han cerrado y siguen cerrando sucursales de banco porque la gente ya no lleva una cartilla para que le impriman sus movimientos en ella y pronto veremos como dejará de haber cajeras en los supermercados, conductores de camiones, taxis y de autobuses.

Robot de Bulk Handling Systems para clasificar basura basado en inteligencia artificial

Somos el país del Sálvame,… y el de Margarita Salas

El programa más visto de la televisión, sí, hay gente que sigue viendo televisión varias horas al día, es uno donde personas que no han hecho nada importante en su vida se dedican a murmurar de otras personas que tampoco han hecho nada importante en su vida; este programa se llama Sálvame y se emite durante 5 horas al día, lo cual dice muy poco de nuestro nivel cultural. Paradójicamente España tiene un talento científico, ingeniero, cultural y hasta deportivo que es cada vez más valorado fuera de nuestras fronteras. Aquí convive lo peor con lo mejor, y empieza a haber un abismo educativo que arranca en la infancia y se convierte poco a poco con los años en algo insalvable, llega a configurar castas culturales: con el tiempo o eres del Sálvame o eres de Margarita Salas.

La sabiduría me persigue pero yo soy más rápido

Lo curioso es que a diferencia de la Edad Media donde los siervos de la gleba no podían tocar un libro en su vida, aquí ambas castas culturales: la del Sálvame y la de Margarita Sala llevan en el bolsillo del pantalón la Wikipedia, Google Translate o Coursera por citar algunos ejemplos. El conocimiento es hoy más grande y está más abierto que nunca en la historia, pese a ello los del Sálvame lo desprecian mientras que los de Margarita Salas lo endiosan. Y es que ese conocimiento marca la diferencia entre hacer máquinas o ser sustituido por ellas porque si lo tienes puedes elegir bando pero si te falta el conocimiento no.

Inquietud divino tesoro

Sólo las élites culturales son hoy educadas para ser inquietas, para cuestionarse los dogmas, para tener inquietud por aprender y para estar siempre a la última. Apenas hay colegios o universidades donde se enseñe a buscarse la vida o a aprender a través de la experimentación y el error. Casi no tenemos entornos donde se le rían las gracias al niño o al adulto que se sale de la línea marcada, que arriesga, que es curioso y fomenta su curiosidad y la curiosidad de los demás.

Con casi no hay me refiero a que no haya de este tipo de personas sino a que son minoría en el pareto, pongamos un 20% de la población que construye máquinas, por un 80% que ha sido o está siendo sustituida por ellas.

WhatsApp Commerce puede ser un océano azul

Si pudiéramos perder $8.500M por año como hace Uber podríamos aspirar a cambiar el comportamiento de la gente, a crear un nuevo mercado y a acabar quedándonos con todo. El resto de mortales sólo podemos aspirar a adaptar la tecnología a las conductas preexistentes de las personas.
Los eCommerces que funcionan no tienen que enseñar a la gente a usarlos sino que imitan un proceso de compra que ya conocemoa. En ocasiones el proceso de compra empieza en Internet pero se cierra en el teléfono o de forma presencial precisamente para no forzar al usuario a adoptar una nueva conducta, y más aún cuando hablamos de un nuevo proceso para de comprar y para pagar.
Nuestros padres y abuelos ya usan WhatsApp aunque compren poco o nada por Internet, y ahora WhatsApp va a implementar pagos de modo que se va a abrir un nuevo canal de compra online para ese long tail que aún no ha saltado al comercio electrónico por falta de confianza, pero que se fía de WhatsApp pues es el lugar donde están sus familiares y amigos. A este usuario bastará con convencerle de que dé una vez sus datos de tarjeta para una pequeña transacción para eCommerce de proximidad o para darle la paga a sus nietos para abrir un nuevo filón, un océano azul.