La bicicleta es la solución a la contaminación, al estrés y a la obesidad

imagina que la bici desplaza al cocheVivimos en un mundo cuyas virtudes son a su vez sus debilidades pero la bicicleta puede curarlo todo.

La tecnología nos ha hecho productivos, el capitalismo nos ha hecho competitivos y la sobreproducción de bienes y servicios nos ha hecho cómodos.

Pero a su vez, la productividad ha exigido sacrificios  medioambientales, gastamos muchas materias primas, estamos agotando los combustibles fósiles y seguimos aumentando la concentración atmosférica de CO2.

La competitividad tampoco nos ha salido gratis, pese a vivir con más comodidad que nunca antes en la historia humana no somos tan felices como cupiera esperar, no somos felices porque estamos angustiados; en las grandes ciudades vivimos en tensión, estresados por el trabajo, las obligaciones y las noticias de cada día.

La  sobreproducción de bienes ha dañado al medio ambiente pero también a nuestro propio cuerpo. Comemos basura, eso sí, esta basura es cómoda, barata y adictiva porque la industria alimentaria conoce nuestros puntos débiles. Además no gastamos la energía que viene con ésa basura porque no caminamos, vemos el ejercicio como algo principalmente recreativo y no como una forma de desplazarnos.

La bicicleta ataca todos esos males, es decir, como gastamos energía no estamos gordos y además generamos endorfinas que van directamente a tapar el estrés; también es un vehículo de emisiones cero.

La bicicleta tuvo su apogeo desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX en que fue devorada por el voraz automobilista; y sí, su apogeo fue como medio de transporte mucho más que como accesorio deportivo. pero no siempre fue así ya que la bici se inventó para dar una ventaja militar sobre la caballería ya que un caballo no puede hacer largos desplazamientos día tras día y un vehículo de propulsión humana sí podría hacer 300 km en una semana.

Hoy la bici en España sigue siendo un vehículo non grato porque no tenemos ni un solo político que vaya a trabajar en bici. Desgraciadamente tenemos muy pocos políticos que vayan a trabajar porque no han hecho otra cosa en su vida más que afiliarse a un partido.

En defensa de la bici, ése vehículo non grato

Algunos de los mejores recuerdos de mi vida están unidos a una bicicleta. De pequeño aquella pequeña Orbea azul me hacia volar por el parque de Mondoñedo, y en mi adolescencia la GAC de carretera que aún conservo me llevó por media Asturias.
Hace quince años que llegué a Madrid con la GAC bajo el brazo, a los pocos días se me ocurrió bajar por la vía de servicio del Paseo de la Castellana, en los semáforos los automovilistas me miraban como si fuera un extraterrestre y no paraban de preguntarse qué diablos hacía yo allí.

Hace cinco años soñé una bici y tuve la suerte de dar con Aimar Fraga para que la hiciera realidad,

desde entonces he disfrutado tanto como lo hice en el parque de Mondoñedo o atravesando Asturias. Poco a poco, durante estos últimos años he dejado de estar sólo en la bici, cada vez es más gente la que hace ciclismo, pero sobre todo, cada vez hay más personas utilizando la bicicleta como medio de transporte.
Hace más de dos siglos que se diseñaron las primeras bicis pensando en obtener de ellas una ventaja militar, luego vino su uso recreativo y hace siglo y medio se revolucionó su diseño al ponerle pedales y cadena hacia algo muy parecido a lo que utilizamos hoy. Fue entonces cuando explotó como medio de transporte, era sano, eficiente y bastante asequible, hasta que en la segunda mitad del siglo pasado el coche nos hizo vagos, sedentarios y consumistas.

Hoy la bici está perseguida en España.

Se le considera vehículo non grato porque no paga impuestos especiales o de circulación, además es sorprendentemente barata. Es por eso que le han puesto una tasa de 3€ por montarla en un tren de regionales, y también es la razón para obligar a usar el casco en ciudad, algo que no sucede en las ciudades europeas que podrían darnos lecciones de esto.
Uso la bici a diario, siempre con casco y nunca la monto en el tren, vamos que no soy sospechoso de defender mis posiciones. Hace tres años me rompí el tabique nasal al esquivar a un conductor que se había saltado un semáforo, y eso que llevaba casco; pero he seguido utilizando bici y casco a diario. Aún así creo que todas estas cosas son trabas que entorpecen el uso de la bici.

Los carriles bici en España tienen hoy una intención recreativa y no de transporte

es más, como han sido diseñados por personas que no montan en bici algunos tienen curvas imposibles o atraviesan zonas de aceleración en incorporaciones a autovías.
En Copenhage lo tienen claro, la bici le ahorra 270 millones de euros a su sistema sanitario y eso hay que reinvertirlo en fomentar su uso. Aquí desgraciadamente pesamos que la bici está fuera de la ley y del sistema impositivo. En centro-Europa llueve más, hace más frío y se hace de noche mucho antes que aquí; aún así ellos son más sanos, limpios y felices gracias a montar en bici cada día de casa al trabajo.

Movilidad

Cuando llevas Internet en el bolsillo ya no hay vuelta atrás y no tiene sentido usar tonelada y media para mover 75kg.

Llevo un año con un androide de EOI en el bolsillo y ya no volveré a vivir sin un dispositivo movil conectado a Internet, pero tú tampoco, tarde o temprano se impondrá pues es una innovación disruptiva y la verás muy pronto como algo natural, es más, la función teléfono de tu móvil será secundaria o más bien, será una de las diez funciones principales para las que uses tu dispositivo.

Internet móvil es una revolución porque supone una experiencia de uso distinta de la que estamos habituados, hace unos cinco años que se viene hablando de la convergencia entre el móvil y el PC; no tengo ni idea en dónde se estandarizará, personalmente creo que las pantallas táctiles de 7´ como la del Samsung que vamos a dar este año a los alumnos de la Escuela son muy prácticas pero falta mucho tiempo hasta que veamos un estándar y quizás venga de la mano de Apple, de Microsoft o de Google. De lo que estoy seguro es que Internet en el bolsillo triunfará como ya ha triunfado la Internet bidireccional o 2.0.

Me reconozco un friki de la bicicleta, de hecho, la de la foto es mi Amaro Rosellini por lo que debes tomar con cuidado mis subsiguientes afirmaciones. Igual que el futuro próximo de Internet es móvil creo que el futuro de la movilidad de a diario es personal, es decir con vehículos personales; supongo que no serán bicis de piñon fijo y quizás no sean ni siquiera bicicletas, pero la situación actual es insostenible. Por termino medio, nuestra movilidad personal se basa en montarnos en un cacharro de tonelada y media (véase coche) para hacer diez kilómetros en los que desplaza nuestros 75kg de peso; no es mi caso pero promedio con las señoras del Barrio de Salamanca que sacan sus cincuenta kilos a desayunar sobre las tres toneladas de un Audi Q7. Los atascos de las ciudades son insufribles, nos estamos merendando los combustibles fósiles y estamos desordenando nuestro entorno.

Que la bici tiene un enorme futuro no es algo que piense o quiera un servidor, que también, sino que es algo que ya piensan los del capital-riesgo, y si no mira las compras de marcas de bicis que hubo entre 2007 y 2009; o los de Ikea y Apple al meterse de cabeza en un mercado que no es el suyo. Que además es la solución a muchos de nuestros males, tampoco es una idea mía sino de cardiólogos, psicólogos, endocrinos,… Que la bici está próxima a vivir un bum como el que vivió a finales del siglo XIX y que la convirtió en cantera de la industria aeronáutica.. pues sólo tienes que ver la cantidad de innovaciones que se están produciendo en el sector. Que la bici es el futuro de la movilidad urbana,… pues sólo tienes que mirar estudios de prospectiva a treinta o cincuenta años de ciudades como Seattle y Nueva York que colocan a la bicicleta y a la intermodalidad del transporte como las claves a medio y largo plazo.

Como tampoco se en que punto se debería estandarizar esa movilidad urbana propongo la creacion en ciudades de tres tipos de vías, a saber: lentas, medias y rápidas. Las lentas serían universales, es decir, las tendría cualquier calle; las medias serían mayoritarias, es decir, las tendrían la mayor parte de las calles y las rápidas estarían en la mitas de las vías. Las lentas serían para ir andando, corriendo o lentamente en un vehículo (menos de 20km/hora), las medias serían para ir entre 15km/hora y 30km/hora y las rápidas entre 25km/hora y 60km/hora.

Va de bicis: Fe, Ti, Al, C

Cada vez se ven más bicis de fibra de carbono, aunque el aluminio sigue siendo el rey, el titanio es una rareza y al pobre acero casi lo han quitado de en medio.

El acero es un metal bastante denso, duro, maleable, y aleado con otros metales como el cromo o el molibdeno, se vuelve más duro, absorbe bien las vibraciones, es duradero, incluso resistente a la oxidación y como todos los metales tiene un enlace muy solidario, en terminología doscero le llamaríamos colaborativo; el acero aprende con el uso que le demos; además, para bicis esta muy perfeccionado.

El titanio un poco menos metal que el acero, digamos que no es tan noble, vamos más plástico, su enlace ya no es completamente metálico, es caro, no deslocaliza tanto los electrones, no conduce la electricidad tan bien como el acero, ergo no es tan colaborativo, aunque sigue siendo metálico; por contra es ligero, duro para su baja densidad, y absorbe bien las vibraciones, algo importante en una bici.
El aluminio ya casi no es metal, eso sí, más ligero, pero mucho más blando, y no absorbe apenas las vibraciones, peeeeeero, se dio la casualidad de que hace veinte años se rebajaron mucho sus costes de producción, principalmente porque todo el mundo quería tener unas ventanas correderas de aluminio en casa. Y claro algunos avispados fabricantes de bicis se dieron cuenta, y comenzaron a lanzar cuadros de aluminio al mercado; cuadros que, como no absorbían bien las vibraciones, en seguida pìdieron una horquilla de amortiguación. Horror. La historia de la bici había estado marcada hasta entonces por la simplicidad. Incluso hubo un movimiento de oposición al cambio de piñón, tres piñones, en aquel momento. Fueron rebajando costes, entró China en juego, y aluminio para todos.

El carbono es un elemento con enlaces covalentes, vamos el de la materia orgánica, el carbón, más concretamente el grafito de las minas de los lapiceros, sí, con eso embadurnándolo en pegamento – resina epoxi – metiéndolo en un molde y esperando a que seque; como cada cuadro depende de un molde, es un perfecto ejemplo de economía de escala, es decir, hacer uno a medida es carísimo, pero hacer el número 1873 es muy barato. Con eso se hacen los cuadros caros de hoy, ligeros y poco duraderos; moldeables y tan poco nobles como puedas imaginar.

Los metales se arreglan por soldadura o remache, se adaptan a las fuerzas que ejercemos sobre ellos, se deforma progresivamente, y en muchos casos mejora su comportamiento con el paso del tiempo. El aluminio es barato, y el carbono lo es cada vez más; si quieren sacar al mercado altas prestaciones de verdad – estructurales y hasta funcionales – que sea con nanotubos de carbono, que no tienen nada que ver con la bastarda fibra.