Hackear la educación VI: consensuar

¿Te lo igualo?

Desde que se hace un cambio en nuestro sistema educativo hasta que se ven sus efectos pasan dos décadas porque primero hay que transmitírselo a los profesores, luego estos tienen que adaptar sus métodos, luego iterar con el alumno muchas veces para que finalmente vislumbremos algo.

Se han hecho muchas reformas educativas que no duran porque no están consensuada con la sociedad. Desde que acabó la dictadura se han aplicado varias reformas entre las que destacan la LODE, la LOGSE, la mas famosa y duradera, la LOPEG, la LOCE, que no llegó a entrar vigor y la actual, la LOE. En mi opinión la mayor parte de ellas ataca a los  síntomas y no a las causas, y las mas recientes obvian la sociedad de la información e internet; no obstante no vamos a poder saber si funcionan o no porque a reforma sucede contrarreforma en menos plazo del que se necesita para ver si tiene frutos o no. Esto es magnífico para ocultar las responsabilidades de políticos incompetentes, y por qué no decirlo, esto también disimula la corrupción.

Hoy no podemos acotar temas con preguntas y respuestas como antaño, hoy los niños estonios estudian programación con tan sólo ocho años; hoy Almudena de Benito enseña a sus Chiquitectos a ser creativos a través de la arquitectura; hoy hasta yo mismo me metí en un par de aulas de preescolar a demostrarles a niños de cinco años que cosas se podían hacer con un Arduino, unas lucecitas, unos cables y una placa.
Los niños deben ser inquietos, razón por la cual no deben pastar en un jardín vallado. Hackear la educación implica que primero los hackers (niños, profesores, padres, y  demás actores) han de meterse como unos mas en el sistema educativo para luego reventarlo poco a poco desde dentro.

Hackear la educación implica que que vayamos consensuando una serie de puntos. Yo propongo estos:
1. Reconocer a la educación como un factor estratégico para el país
2. Dejar a la educación fuera de debates de partidos políticos
3. Garantizas una financiación adecuada para la educación independientemente de la coyuntura económica
4. Garantizar un estándar de calidad educativa independiente de comunidades autónomas, ayuntamientos y otros reinos de taifas
5. Ofrecer una educación individualizada para cada niño
6. Tener tolerancia y criterios para valorar la creatividad

Hackear la educación I: creatividad por defecto

The grey elephant

Hace treinta años el dogma imperante marcaba que la creatividad era negativa en sí misma, que los creativos éramos personas molestas que no rendíamos como los demás ni en el estudio ni en el trabajo. No hablábamos de aprender o de crear sino de estudiar o trabajar. Identificábamos lo profesional con lo aburrido.
Hoy sabemos que quien pueda ser sustituido por un robot será sustituido por un robot.
Un joven de veinte años estará ahora mismo examinándome del carnet de conducir taxis con la idea de trabajar los próximos 47 años de su vida conduciendo un taxi, cuando en 5 o 10 años gran parte de los taxis se conducirán solos.
Hay un abismo educativo entre los listos y los tontos, aunque realmente la diferencia no esté en la inteligencia de los niños ni tampoco en las posibilidades, sino que lo importante es la inquietud por aprender y en Internet tienes todo el conocimiento.
Aprender es hoy un tema tan serio que sólo podemos hacerlo a través del juego.
Hace quince años mi madre postuló en su tesis doctoral que un niño de alta capacidad tenía que tener tres atributos en abundancia: inteligencia, tesón y creatividad. Lo que no decía es que quince años antes evitaba utilizar la palabra creatividad en las charlas pues tenía connotaciones negativas, en su lugar utilizaba eufemismos como buscar soluciones distintas.
No tenia en mente escribir esta cadena de entradas, si bien son ideas que tengo desde hace tiempo, quizás es The grey elephant y los Chiquitectos que andan por aquí quienes me han empujado.
Hackear la educación es reventarla desde dentro, sin aspavientos ni violencia, poco a poco. Niños brillantes que además son creativos pero sobre todo tienen inquietud por aprender constantemente.
Hay que hackear la educación. Hay que poner la creatividad por defecto bajo la premisa de que la creatividad es buena por sí misma.