Sal, azúcar y grasa. Cómo los gigantes de la alimentación nos engancharon

Salt, sugar and fat. How the food giants hoocked us

Michael Moss

portada salt sugar fat

Lo que necesitas leer para alejarte de la comida procesada.

Este libro es la recopilación de la investigación sobre la industria alimentaria que condujo a Michael Moss a ganar el premio Pulitzer. Se resume en que las grandes empresas nos han enganchado a una comida: fácil, disponible y barata pero que es basura, y que por ejemplo ya supone las tres cuartas partes de las calorías que ingieren los norteamericanos.

A lo largo de cuatrocientas páginas el autor desgrana el papel del azúcar, el de la grasa y el de la sal. Se basa en testimonios de ex directivos y científicos, en documentos filtrados y en un gran número de publicaciones. Como me resultaría demasiado extenso contarte todas las cosas que me han interesado del libro he seleccionado algunos ejemplos especialmente llamativos para ilustrarte.

Soy químico y me esperaba lo peor de un análisis profundo cono el que hace este libro de la gran industria alimentaria. No obstante me ha puesto los pelos como escarpias precisamente por su objetividad y frialdad; en varias ocasiones me ha parecido vernos a los consumidores como el perro de Paulov en modernos experimentos, como es el equipo de brillantes científicos que trabajan con escáner cerebral en Nestle Suiza para determinar la estimulación que nos producen determinados alimentos procesados.

Michael Moss evita en todo momento hacer juicios de valor pero este es un blog asi que yo si los haré. Y es que ya nada es lo que parece ni siquiera el zumo Tropicana de melocotón y papaya de PepsiCo que tuvo que cambiar su etiquetado porque no tiene ni melocotón ni papaya,… ni tampoco es zumo.

Me ha llamado especialmente la atención la sal, no podía imaginarme las propiedades de la sal, esta hace que el azúcar sepa más dulce, que la comida sea más crujiente, la sal es también conservante y sobre todo enmascara los sabores desagradables de la comida procesada, estos son amargor e insipidez.

Como sorprendente me resultó un memorándum secreto en 1957, cuando empezaba a despegar en Estados Unidos la comida preparada. Sobre este documento se basan las estrategias de marketing de la industria alimentaria de hoy, y fue escrito por un psicólogo austríaco llamado Ernest Dichter para Lay’s, la empresa de aperitivos propiedad de PepsiCo. Su objetivo era vencer los siete miedos y resistencias a las patatitas de Lay’s, estas son: no puedes parar de comerlas, te engordan, no son buenas para tí, son grasientas y de mala calidad, son caras, no se conocen sus efectos secundarios y son malas para los niños.

Los tres puntos de este brillante y malicioso memorándum son:

1. Empezando por el es malo para tí, Dichter propone no utilizar la palabra fritos y sustituirla por tostado. Un anuncio de Lay’s premiado en 2010 mostraba aún las patatas por los aires en una foto.

2. Para contraatacar el no puedes parar de comerlas Dichter sugiere empaquetar las patatas en bolsas más pequeñas. Hace ya varios años que los aperitivos Lay’s se empaquetan en paquetitos de tan sólo 100 kcal.

3. Para evitar la sensación de que es comida insana Dichter propuso tratar de presentar las patatas fritas Lay’s junto a alimentos clásicos y de ahí vienen costumbres como la de poner patatas fritas con los bocadillos, con la sopa o incluso con los zumos de fruta.

Tampoco me podía imaginar que en 2011 las sopas Campbell estaban bajando la cantidad de sal y llevaban un año sin mejorar sus cuentas y su CEO se presentó ante los inversores diciendo que tenía un plan para incentivar las ventas. Indicó que subirían la sal en sus sopas. Habían bajado el sodio desde 750 mg hasta 480 mg pero volverían a subirlo hasta 650 mg, la reducción del sodio es importante pero nosotros tenemos que hacer otras cosas como el sabor. Ese mismo día las acciones de Campbell subieron un 1,3%.

La directora del centro nacional de drogas de abuso Nora Volkow lleva años encontrando paralelismo entre la comida y los narcóticos, y esta convencida de que el azúcar procesado causa ingestas convulsivas en determinados individuos.

A veces creo que la gran industria alimentaria se va a morir víctima de su avaricia porque su modus operandi es colocar un nuevo producto aunque pierda dinero, generar un ejército de fans y luego bajar los costes de producción que es con lo que ganan dinero, es decir, primero te enganchan y luego bajan la calidad en la calidad. Este es el caso de los Lunchables un proyecto de Kraft que empezó perdiendo dinero, pero los dueños de Kraft, que no son otros que los de Phillip. Morris; sí los de los cigarrillos Malboro son dueños de Kraft y General Foods; el caso es que los de Malboro dieron la enhorabuena al equipo de Lunchables de Kraft aunque perdían dinero porque lo difícil es poner un producto, ganar dinero con él es siempre más fácil.

Como actuar en redes sociales: ¿Persona o empresa?

La mayor parte de las decisiones importantes de nuestra vida las tomamos sin criterio, sin datos suficientes o aún peor, sin ser conscientes de que las estamos tomando. Piensa en cuando elegiste qué estudiar, cuando decides casarte, hipotecarte, y no digamos nada de cuando decides tener hijos.

Ayer, en el eCommBeers puse a mi amigo Javier Martín en un aprieto que, además no venía a cuento. Mea culpa. Hablábamos de social media para comercio electrónico y no se me ocurrió otra cosa más que hacerle esta pregunta.

Si empezaras ahora mismo desde cero ¿tuitearías como @loogic o como Javier Martín?

A Javier le sobran tablas para salir de una aprieto como este y concluyó que hoy quizás sí hubiera dado mas peso a su marca personal, y que depende del propósito para tí de las redes sociales. Y a veces se sorprende de haber aguantado Loogic como marca personal todo este tiempo.

Decidir entre marca personal o marca empresa para presentarnos en las redes sociales es una pregunta compleja que no se le debe hacer a un amigo. No obstante, como yo me he equivocado haciendo una cosa y la otra, por lo que tengo suficiente criterio para darte una solución al enigma.

Para mí es una cuestión de plazos, si primas el corto es mejor la marca empresa, si buscas el largo plazo es mejor la marca personal.

Hace catorce años creé mi primera empresa, Desarrollo Rural y Estudios Medioambientales Tecnología – drematec, un feo nombre que todavía arrastro aunque no era tan feo en 1999; luego un par de ellas de cuyo nombre no quiero acordarme. En madri+d llevé el blog de emprendedores de base tecnológica, luego relancé Redepyme, creé Emprendeoi y Open Green, y ahora formo parte de BrainSINS. En todas y cada una de ellas he tenido varias veces mas tráfico que cuando utilizo mi marca personal. Para mí está claro, entras antes en un blog de una marca empresa que en una marca personal. Es mas, diría que entras unas cinco veces más fácilmente en marcas empresa que en marcas personales.

El problema de las marcas empresa es que muy pocas duran toda tu vida, y cada vez son menos. A mis treinta y seis años ya he lanzado cuatro marcas empresa y he colaborado en otras cuatro. En cambio tu marca personal te acompaña toda tu vida, a no ser que quieras ser muy transgresor o tendencioso al elegirla. Mientras tu marca empresa suma las casillas de cinco en cinco tu marca personal lo hace de uno en uno, pero la primera se resetea de vez en cuando mientras que la segunda no debería resetearse mientras estés vivo.

Análisis del Junpad, tableta android de 140€

El Junpad es muy similar al Dropad sobre el cual ya escribí aquí, así que me centraré en explicar las diferencias. El precio es el mismo, algo menos de 140€ en DealExtreme y las separan unos seis meses, lo cual se materializa en bastantes mejoras.

La batería dura más del doble que la del Dropad, en primer lugar porque lleva más batería y en segundo lugar porque el modo de reposo es mas eficiente, es decir, consume menos energía.
Pantalla, procesador y memoria son idénticas al Dropad, es decir, nada del otro mundo, pero aceptables. Eso si, pesa bastante menos y es más fina; antes venía en aluminio y ahora lo hace en plástico; de hecho empieza a parecerse bastante a la Samsung Galaxy Tab de 7´. Otro avance importante es que ya tiene botones frontales además de los laterales que mantiene, y se nota mucho. Resulta mucho más cómoda de usar, aunque de vez en cuando se te escape el dedo al botón, ya que vienen en la misma pantalla.

El sonido es mucho mejor, el Dropad apenas se escucha cuando lo apoyas en una superficie plana mientras que el Junpad sí. Además viene con GPS, aunque no lo he necesitado usar en los 15 días que llevo con ella.
Lleva una distribución de Android 2.2 extremadamente minimalista, esto es, apenas trae nada instalado, y lo que es peor, la versión del Android Market que usa está limitadísima. También es cierto que lo mueve con soltura.

Supongo que acabaré montándole otro sistema operativo pero me da bastante pereza.

Le han quitado el absurdo interuptor de corriente y, en su lugar han metido una ranura para tarjetas SD, de modo que lleva dos ranuras, una SD y otra Micro SD.

En resumen, que me parece una buena compra porque con lo que cuesta una tableta convencional me compro un Junpad, Dropad,.. o como se llame, cada seis meses durante dos años,… y dentro de dos años – o uno – la mejor tableta que te puedas comprar hoy será bastante peor que el Junpad de turno.

#manifiestonube 10. El inmovilizado material es un lastre para crecer

Para una empresa casi siempre es mejor alquilar que comprar por cuestiones de caja y fiscales.
El acceso a la financiación es cada día más dificil y se impone la empresa ligera. Evitemos pues inmovilizar capital en los servidores porque no merece la pena la inversión, y porque los tiempos obsolescencia del hardware son cada día menores.

#manifiestonube 9 Los racks no decoran, no empoderan, no divierten a nadie

Hay un subgrupo dentro de los informáticos denominado los cacharreros; se conocen así porque a esta especie le gusta cacharrear, pero también tirar de destornillador, grimpar cables y abrir cajas de servidores. Reconozco que, sin ser informático, a mí también me gusta cacharrear.

Pero conviene reprimir sus apetencias cacharreriles porque son un vicio caro. Si quieren cacharrear es mejor que lo hagan con dispositivos más pequeños y baratos. Trastos como móviles, tabletas o portátiles son productivos para la empresa si se implantan bien y tienen la disponibilidad de datos que la nube ofrece.

Un flamante servidor de Internet se convierte con el tiempo en un trasto feo y ruidoso, en un cacharro que vienen a visitar regularmente y que solo da malas noticias, pues si funciona es lo normal y si falla es un desastre.

#manifiestonube 8 Tu casa no es tan segura como Fort Knox

Hay cierta analogía entre la forma de guardar el dinero y la forma de guardar los datos.

Cada vez es más importante disponer de nuestros datos en cualquier lugar, de hecho, cuando saltas a la nube ya no hay vuelta atrás; por ejemplo, nadie que haya usado Gmail para trabajar quiere volver al POP3 corporativo, y tampoco conozco a nadie que haya empezado a usar Dropbox y lo abandonara después.

Los datos son tan importantes como el dinero en la sociedad de la información en la que vivimos. Antaño se guardaba el dinero en un calcetín bajo el colchón pero ni era seguro ni tampoco garantizaba la disponibilidad, como nos sucede hoy con las tarjetas de crédito. Con la nube sucede algo parecido, la ventaja de la disponibilidad e independencia del dispositivo es demasiado grande como para pasarla por alto, y creo que a estas alturas la seguridad debería verse como otra ventaja más de la nube.

Para las empresas del Cloud la seguridad es el corazón de su negocio, ahí no pueden  permitirse concesiones, porque un fallo mandaría todo al garete y, como comenté en la anterior entrada ellos tienen mucha más experiencia que tú en repeler intentos de robo de datos. Igual que hoy vemos nuestro dinero más seguro en el banco que bajo el colchón, pronto veremos nuestra información más segura en un gran centro de datos que en nuestro ordenador, y no digamos nada del dichoso pendrive.

Internet es una chufla III

Como no podía ser de otra manera se ha abierto la guerra por los datos, dado que es el principal capital de las redes sociales, más que principal, es su único valor, a saber, Facebook y Plaxo han entrado en guerra por la importación de datos de una plataforma a la otra, lo cual me resulta muy divertido.

¿Lo lógico no sería que la propiedad de los datos fuera del usuario y no de la plataforma? A ver si se va a derrumbar todo el castillo de naipes, recordemos que hoy Facebook vale 15.000M$, es decir, lo mismo que Terra pagó por Lycos, curiosa coincidencia ¿verdad?