#manifiestonube 5 Si innovas ya vas a tener bastantes problemas

IMG_20160323_215757
Crear aplicaciones web es complicado. Es casi seguro que alguien ya haya hecho una como la tuya antes y es seguro que alguien estará haciendo algo parecido ahora. El tiempo es la clave, hay que llegar antes a mercado, aunque sea con una versión de prueba, con una beta.

En investigación no hay medalla de plata, sólo hay oro, sólo un ganador que se lleva todo sin dejar premio de consolación para los demás.
Con el mercado sucede algo parecido, llegar el primero no garantiza el éxito pero sí te pone en la pomada de donde saldrán luego los ganadores. Ganar en mercado es cada día más efímero, exige lanzar muchos productos nuevos e innovar en modelo de negocio y estructura.
Lo más recomendable es focalizarse allí donde más valor aportes, minimizar costes de estructura y probar cada nuevo producto rápidamente en el mercado.
Si el hosting ajeno fuera más caro que el propio cabría la disculpa del coste, pero no es así sino al revés.
Para focalizarte, reducir estructura y ensayar productos lo mejor es externalizar el servidor.

Sentido común e innovación

Vivo en la innovación y soy un apasionado de ella, al acabar la carrera en el 98 renuncié a la Investigación, esa se la dejo a Ana, cuando en 2005 fracasé por segunda vez como emprendedor en Drema (Desarrollo rural y estudios medioambientales) renuncié al Desarrollo, pero en enero de 2006 me encontré con la innovación y me apasionó el poder usar la creatividad para resolver problemas.

De mi época en la Patronal me llamó la atención que empresarios y gestores entrados en años no despreciaran los cambios en su empresa, que, pese a su situación acomodada buscaran innovar constantemente, y es que sabían que ese era el único camino para competir, gracias porque he aprendido mucho de vosotros. Anteayer se me ocurrió un lema: innovate or die, por cierto están libres todos los dominios de Internet resultantes de juntar esas tres palabras.

La innovación constante no va contra el sentido común sino todo lo contrario, y es que, en definitiva: arriesgarse es lo más seguro.