Para una empresa casi siempre es mejor alquilar que comprar por cuestiones de caja y fiscales.
El acceso a la financiación es cada día más dificil y se impone la empresa ligera. Evitemos pues inmovilizar capital en los servidores porque no merece la pena la inversión, y porque los tiempos obsolescencia del hardware son cada día menores.
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#manifiestonube 9 Los racks no decoran, no empoderan, no divierten a nadie
Hay un subgrupo dentro de los informáticos denominado los cacharreros; se conocen así porque a esta especie le gusta cacharrear, pero también tirar de destornillador, grimpar cables y abrir cajas de servidores. Reconozco que, sin ser informático, a mí también me gusta cacharrear.
Pero conviene reprimir sus apetencias cacharreriles porque son un vicio caro. Si quieren cacharrear es mejor que lo hagan con dispositivos más pequeños y baratos. Trastos como móviles, tabletas o portátiles son productivos para la empresa si se implantan bien y tienen la disponibilidad de datos que la nube ofrece.
Un flamante servidor de Internet se convierte con el tiempo en un trasto feo y ruidoso, en un cacharro que vienen a visitar regularmente y que solo da malas noticias, pues si funciona es lo normal y si falla es un desastre.
#manifiestonube 8 Tu casa no es tan segura como Fort Knox
Hay cierta analogía entre la forma de guardar el dinero y la forma de guardar los datos.
Cada vez es más importante disponer de nuestros datos en cualquier lugar, de hecho, cuando saltas a la nube ya no hay vuelta atrás; por ejemplo, nadie que haya usado Gmail para trabajar quiere volver al POP3 corporativo, y tampoco conozco a nadie que haya empezado a usar Dropbox y lo abandonara después.
Los datos son tan importantes como el dinero en la sociedad de la información en la que vivimos. Antaño se guardaba el dinero en un calcetín bajo el colchón pero ni era seguro ni tampoco garantizaba la disponibilidad, como nos sucede hoy con las tarjetas de crédito. Con la nube sucede algo parecido, la ventaja de la disponibilidad e independencia del dispositivo es demasiado grande como para pasarla por alto, y creo que a estas alturas la seguridad debería verse como otra ventaja más de la nube.
Para las empresas del Cloud la seguridad es el corazón de su negocio, ahí no pueden permitirse concesiones, porque un fallo mandaría todo al garete y, como comenté en la anterior entrada ellos tienen mucha más experiencia que tú en repeler intentos de robo de datos. Igual que hoy vemos nuestro dinero más seguro en el banco que bajo el colchón, pronto veremos nuestra información más segura en un gran centro de datos que en nuestro ordenador, y no digamos nada del dichoso pendrive.
#manifiestonube 7. Ellos tienen experiencia en ataques de hackers, tú no
Originalmente: Un hacker se cuelga muchas más medallas si revienta el Amazon web services que si entra en tu servidor de la oficina.
Entrar en un servidor ajeno es, por definiciòn posible siempre que la máquina en cuestión esté conectada a Internet. Eso sí, hay sistemas difíciles de asaltar y sistemas fáciles de asaltar.
Piensa quien puede estar interesado en acceder al servidor de tu empresa. y probablemente te estés equivocando. Romper las barreras de seguridad de un sistema exige más tiempo que conocimientos en el común de los casos. ¿Y quién tiene tiempo?
Por otro lado, piensa que cada vez que un hacker sale en la tele, poco tiempo después es contratado por una gran empresa y pagado con un gran sueldo. Los mejores directores de seguridad informática suelen tener un lado
hacker.
Romper la seguridad del servidor que tienes en la oficina es mucho más fácil que hacer lo propio con Google o Amazon, Arsys o Acens, pero con ello el hacker nunca saldrá en la tele, de modo que las grandes del hosting saben repeler los ataques más sofisticados porque los sufren a diario.
La carrera entre departamentos de seguridad y hackers es idéntica a la de policias y ladrones o la de antidopping y dopping en el deporte.
#manifiestonube 6 Ellos ya han solucionado ése problema antes
Cuando hablamos de una aplicación web que está activa constantemente, que funcione es lo normal, sin embagro, que falle es un grave error del encargado de Sistemas. Cuando pensamos en lanzar cosas nuevas constantemente, que falle es lo normal pero siempre será mejor tener a tu lado a alguien que ya haya visto ya fallos de todos los colores.
Siguiendo con el tema de la economía de escala del hosting, el optimizar el rendimiento de los servidores tiene una serie de etapas: primero se te quedan cortos y pones más cacharros a servir, luego distribuyes el trabajo entre los servidores que tienes (balanceo de carga). Cuando hablamos de muchas máquinas distintas conectadas, es más difícil que suenen como una orquesta, vamos que se repartan bien el trabajo; ahí se habla de computación grid – una fórmula que consigue aprovechar mejor los recursos, y se va a extender rápidamente en los próximos años. El límite de la descentralización es el P2P, el punto a punto en que que los ordenadores se conectan unos a otros por igual, y ya no hay servidores fijos. Es límite por el uso que se le da para conectar máquinas menores que las que habitualmente se usan en Grid.
Parece evidente que en Internet todo lo que sea colaborar suele mejorar la eficiencia de los procesos, no en vano es una red. Imagina que la información es una pelota que viene hacia ti y la golpeas con una pesada pala de madera; requiere fuerza para sostener y estabilizar la pala, y sometes a pala y pelota a estrés muy localizado. Cambia ahora la pala por una raqueta más ligera y con una red de cuerda, devuelves la pelota con menor esfuerzo y repartes el trauma del golpe entre todo el cordaje de la raqueta y en una zona más amplia de la pelota.
Colaborar es pasar de una pala de madera a una raqueta bien encordada, y para poder colaborar se necesitan dos cosas: un tamaño suficiente y unas normas de colaboración. Ambas cosas están lejos de lo que podría ser el servidor de una pequeña empresa, de manera que las empresas de hosting siempre serán más eficientes que tú porque pueden colaborar en Grid o similares, y porque tienen experiencia y gente dedicada a solucionar problemas.
#manifiestonube 5 Si innovas ya vas a tener bastantes problemas
Crear aplicaciones web es complicado. Es casi seguro que alguien ya haya hecho una como la tuya antes y es seguro que alguien estará haciendo algo parecido ahora. El tiempo es la clave, hay que llegar antes a mercado, aunque sea con una versión de prueba, con una beta.
En investigación no hay medalla de plata, sólo hay oro, sólo un ganador que se lleva todo sin dejar premio de consolación para los demás.
Con el mercado sucede algo parecido, llegar el primero no garantiza el éxito pero sí te pone en la pomada de donde saldrán luego los ganadores. Ganar en mercado es cada día más efímero, exige lanzar muchos productos nuevos e innovar en modelo de negocio y estructura.
Lo más recomendable es focalizarse allí donde más valor aportes, minimizar costes de estructura y probar cada nuevo producto rápidamente en el mercado.
Si el hosting ajeno fuera más caro que el propio cabría la disculpa del coste, pero no es así sino al revés.
Para focalizarte, reducir estructura y ensayar productos lo mejor es externalizar el servidor.
#manifiestonube 4 El hosting es economía de escala
¿Sabes que se habla de granjas de servidores?
¿Puedes imaginar grandes naves industriales llenas de servidores web?
¿Sabes que Google tiene más de un millón de servidores web?
¿Y aún así te quieres poner a competir con ellos?
Los servidores se colocan en unos armarios (racks), y estos armarios en centros de datos. Los centros de datos necesitan conexiones especiales a Internet, cuando tú eliges una Adsl miras la velocidad de bajada, mientras que para ellos es más importante la de subida. Los servidores necesitan electricidad, conexión, temperatura y hunedad constantes. Además de mantenimiento constante como ya indiqué en la entrada anterior.
Los centros de datos consumen mucha energía tanto para procesar información como para disipar el calor que generan.
En el alojamiento web hay economía de escala por la amortización del hardware y edificios, como por los costes de conexión, mantenimiento y energía.
#manifiestonube 3 Si otro da 365 x 24 que sea él quien lo pague
Evita pisar más charcos de los estrictamente necesarios. A las empresas de hosting no les queda más remedio que tener mantenimiento permanente; y eso les cuesta dinero. Es mejor que sea sólo uno quien pague el plus de nocturnidad.
Si desarrollas nuevas aplicaciones necesitas concentrarte en ello. Externalizar el mantenimiento suele ser una buena opción porque no es el foco de tu negocio, porque tu hora es más cara que la suya y porque no estás bien organizado para ello.
Las empresas que tienen turnos de noche saben que el absentismo laboral es mayor en las horas sin luz, que hay más bajas, más depresiones, que la gente rinde menos y tiende a abandonar la empresa; por eso es mejor utilizar la economía de escala que permite Internet, aquello de por mí y por todos mis compañeros.
#manifiestonube 2 Céntrate donde aportes valor, el hosting es una commodity
Cuando piensas en crear un negocio o una linea de negocio del que ya tienes en Internet, piensas automáticamente en invertir, y no estás equivocado pues vas a necesitar invertir, pero piensa bien donde.
En Internet hay cosas que son necesarias y cosas que no. El alojamiento web – hosting – no es necesario que lo prestes tú; de modo que dispondrás de tiempo y dinero para centrarte en donde aportes valor, en aquello que te diferencia de la competencia y te hace más competitivo que ellos.
Puedes pensar que el hosting es estratégico para tí, y probablemente tengas razón, pero eso no quiere decir que lo tengas que dar tú, pues puedes subcontratarlo al igual que haces con muchas otras cosas y no va en detrimento de la calidad ni mucho menos va a incrementar tus costes.
En el caso de las aplicaciones las ventajas son aún mayores. Un ejemplo, si las Pymes empezaran a usar Google Apps se darían cuenta del gigantesco ahorro que podrían encontrar pues pasarían de pagar: licencias, mantenimiento, discos y más potencia de computación, a 50$ por empleado y año. Docs (el Office en la nube de Google) cubre la inmensa mayoría de las necesidades ofimáticas que podemos tener y nos libera de muchos problemas; de modo que, de nuevo, nos permite centrarnos en aquellos puntos en los que aportamos valor.
#manifiestonube 1 Sólo los informáticos vinculan ya lo digital con lo material

Hay un intenso debate desde hace años sobre si debemos almacenar la información en Internet o no; pero no es de ahora, esta discusión comenzó ya en la primera burbuja de Internet, allá por 1999, cuando nos conectábamos a Internet a través de la linea telefónica.
Resulta que la discusión ya no es la misma porque la situación es otra. Resulta que ya no nos conectamos a Internet mediante la linea de teléfono, sino que el teléfono llega a través de la conexión a Internet y eso que el cable, en muchos casos es el mismo que el de 1999, lo cual nos adelanta ya el valor que tiene el software, por encima del hardware en todo esto, software que ha conseguido que pasemos mucha más información por el mismo canuto.
Somos cada vez más digitales, van desapareciendo soportes físicos para la información; ya no pensamos en música, cine o libros; ahora los tres caben en un disco duro ergo son información. Juan Freire en Tiempo, espacio y la angustia de la vida desmaterializada hablaba del libro como el último reducto material que nos queda, la única posesión personal.
Sólo los profesionales de la informática vinculan la información con el hardware, es decir, con lo material. Por deformación profesional, cuando piensan en información piensan también en un aparcamiento y en una carretera que permite llevar el coche hacia otro aparcamiento. Desde esa óptica parece lógico reducir el desplazamiento y tener el aparcamiento cerca para poder visitarlo con facilidad. Pero la lógica de Internet es distinta, es colaborativa desde su nacimiento allá por 1990.
Lo digital es también cada vez más ubicuo, ya he comentado en otras ocasiones que si Internet 1 era para leer e Internet 2 era bidireccional, Internet 3 se mueve, es ubicuo. La ubicuidad se lleva mal con servidores monstruosos que requieren temperatura, alimentación eléctrica y conexión a red constantes. El hardware grande – el servidor – se ha convertido en una mercancía, en una commodity, tiene disponibilidad y precio estables, no hay diferenciación y los márgenes del negocio son bajos, y lo serán aún más cuando vayan desapareciendo algunos oligopolios que quedan.
Los informáticos de sistemas no pueden acertar, solo equivocarse. Me explico, si todo funciona es normal, al departamento de sistemas solo se le ve cuando se cae la red, cuando falla se les señala con el dedo. Pese a ello se sienten inseguros si la información está en otro sitio, y no digamos nada cuando está distribuída en muchos sitios, aunque esté mejor custodiada que en los suyos propios.