Estampitas. Cuando los bancos centrales superaron a Ponzi

Hace ya tres años que escribí una entrada en este blogs el que tachaba al dólar, y al euro por aquello de la coordinacion de las políticas monetarias de los bancos centrales de estampitas, y hace seis supuse que la vivienda podría bajar en otro post que también me costó perder alguna que otra amistad. Ojo, en ningún caso pronostiqué nada ni tampoco lo voy a hacer hoy, tan sólo me limité y me limitaré ahora a hacer una lectura de algo que me parece de cajón.
Hoy voy un paso más allá que hace tres y seis años porque no sólo no hemos hecho escaleras para salir del pozo sino que, como dice mi tío Eulogio, hemos cavado más y más; quizás sea que esperamos salir por las antípodas, pero ni siquiera la imaginación de Julio Verne vislumbró una estupidez tan grande.
Con la Primera Guerra Mundial se abandonó el patrón oro que significa no poder acuñar más moneda de la que se pueda respaldar con metales preciosos, es decir pone un techo a los bancos centrales aunque sea un techo ficticio ya que el oro no es más que un metal más, de hecho los hay mucho más preciosos, como el paladio, el platino y el osmio, pero el oro se relaciona culturalmente con la riqueza y por eso se elige para refrendar a la moneda acuñada.
Poco después de abandonar el patrón oro Alemania se metió en una espiral de hiperinflación que degeneró en el acuñamiento de billetes de millones de marcos. Parece que los alemanes aprendieron la lección y hoy a su banco central se le considera el paradigma de estabilidad.
Bien, pues hoy resulta que bajo el eufemismo de estímulos financieros para los mercados se está fabricando papel moneda como si no hubiera mañana. Mira el gráfico de masa monetaria en circulación de la propia Reserva Federal Americana y te darás cuenta que hay cuatro veces más dólares acuñados hoy de los que había hace sólo cinco años, y ojo porque no creo que Euro, Yen, Libra,… sigan caminos muy distintos.
Ayer ya me volvieron a saltar todas las alarmas cuando leí que más de dos tercios de la deuda emitida por Estados Unidos en 2013 fueron comprados por la Reserva Federal, vamos, que como ya nadie quiere comprar la deuda país cogen y ponen las máquinas de billetes a funcionar y se la compran ellos mismos porque tienen los billetes.
Lo único que no entiendo es por qué no se disparan los tipos de interés y la inflación, supongo que debe de haber muchas personas interesadas en acumular grandes cantidades de billetes, y también que a los habitantes de los países emergentes les encanta tener algún euro o algún dólar, porque sino yo no entiendo nada.
Un esquema Ponzi viene a ser vender una inversión, descapitalizarla y que el dinero que ponen los nuevos inversores dé para pagar los intereses a los inversores. Pues resulta que los bancos centrales han pasado ya el punto del esquema Ponzi y, como el dinero que captan de nuevos inversores no da para pagar el descomunal gasto público, pues directamente en vez de buscar nuevos inversores se han puesto a fabricar más dinero bajo el grito de: la máquina de los billetes es mía y hago lo que quiero con ella.
No esperes de mi una lectura apocalíptica de todo esto; creo que igual que la vivienda lleva bajando desde 2008 y aún sigue pero no ha pegado ningún petardazo de golpe, pienso que aquí pasarán cosas no se en que dirección pero no las espero de golpe y porrazo.
Igual que tras la quiebra de Lehman en 2008 los prestamistas se empezaron a plantear que muchas de las personas a las que les habían dejado dinero no podrían devolverlo, yo creo que en algún momento caeremos en la cuenta de que los billetes que tenemos en nuestros bolsillos no pueden ser respaldados por los bancos centrales que los han acuñado y eso detonará un cambio lento y doloroso, quizás aún más lento y más doloroso del que estamos viviendo.