Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida
Confucio
Cambiar de trabajo lo había decidido mucho antes. Amén de que una persona de cuyo nombre no quiero acordarme me hubiera estado acosando laboralmente durante un año y medio, concretamente desde un éxito profesional incontestable que tuve. Desgraciadamente, en España la corrupción es norma y no excepción. Yo no entendí esto hasta mucho después; durante ese tiempo oscuro no llegué a alcanzar el por qué se me penalizaba por un éxito, en fin. la verdad os hará libres
Juan 8
Tampoco entendí hasta mucho después que la libertad e independencia que siempre he tenido la suerte de disfrutar fuera una amenaza para nadie. Luego ví, que cuando eres libre te conviertes en una amenaza para un sistema corrupto. O más bien al revés, un corrupto no puede denunciar la corrupción, con lo cual la perpetúa en el poder y los corruptos se sienten seguros a su lado, mientras que esos mismos corruptos, que insisto son norma y no excepción en el sistema, se sienten amenazados por una persona honrada, porque es libre de denunciarles.
Los acosadores laborales, igual que los maltratadores tienen un gesto donde puedes reconocerlos, son pelotas con sus superiores. Al igual que les pasaba a los abusones en el cole, son fuertes con los débiles pero también suelen ser débiles con los fuertes.
No me gusta huir, nunca he salido de un sitio escapando me permití cambiar cuando ya no era una una huida.
Tras un año de idas y venidas en el que he hecho cosas muy divertidas, cosas rentables y no rentables, ahora es turno para BrainSINS una empresa que conozco desde hace cuatro años, cuando era Wipley, una red social de videojugadores un lugar donde disfruto, aporto valor y hago lo que quiero.
Trabajo en lo que me gusta, cada domingo estoy deseando que llegue el lunes para disfrutar en el trabajo. Este tiempo de cambio que nos ha tocado vivir es muy exigente con nuestra ilusión, ya no sirve pasar por el trabajo como el que pasa por un túnel, ahora hay que volcarse, eso para mi es fácil, soy binario, si un proyecto me gusta lo doy todo y disfruto, si no me gusta lo que hago no rindo y además sufro.
En este año he apoyado media docena de startups algunas con emprendedores extremadamente jóvenes, lo cual, como sabéis, me encanta pues veo emprender como un maravilloso ejercicio de aprendizaje. Creo que mi primera empresa fue con siete años pero, ya en serio, monté una a los ventidós que me cambió la forma de pensar.
He hecho algún que otro trabajo de consultoría con marca blanca, no tan agradable pero sí extremadamente rentable. También estoy dando clase en algunas escuelas de negocio sobre cosas que sí me parecen divertidas e interesantes.
He diseñado una estructura de base para lo que yo creo que debería ser StartupSpain, pero no he encontrado una fuente de financiación que permitiera libertad a la iniciativa, diría más, que alejara a StartupSpain del político de turno. Cuando pienso en las empresas del IBEX35, sus dirigentes son para mí unos políticos más, con algunas honrosas excepciones.
Y lo mejor son los retos que aún están por venir.
En esta entrada quiero mostrar, a grandes rasgos, lo que es nuestro dibujo de StartupSpain. Un proyecto con cuerpo de startup para ayudar a startups y que esperamos empezar a materializar a lo largo del otoño.
Se acabó la era de los grandes gastos públicos. Instituciones y gobiernos han de ser jibarizados para reducir el gasto público simplemente porque no hay ingresos que lo soporten. Corren buenos tiempos para la inciativa individual pues hay muchos huecos sin cubrir en el mercado, y lo viejo es ineficiente en muchos casos. Es mas rentable crear que reformar, pues ahora son las ardillas y no los mamuts quienes ganan la carrera.
Hay mucha y muy buena gente haciendo ecosistema para startups en España, el problema es que no son capaces de ganarse la vida con su trabajo, les falta un modelo de negocio. Por el lado de la demanda, los emprendedores necesitan esos apoyos pero no pueden pagarlos. Debemos llegar a un compromiso para que desde la iniciativa privada se aporte ese dinero que permita mover la rueda, y desde el lado público no se dificulte y se ayude en la medida de lo posible.
Fondos hay, pero tienen que articularse en una sola dirección, unificar iniciativas bajo un sello, bajo una marca-país, bajo un modelo de negocio que permita jugar y ganar a todos aquellos que aportan valor al Ecosistema, con premisas de transparencia y colaboración. StartupSpain no es el terreno ni tampoco son los jugadores, pero sí son las reglas de juego.
No debemos perder de vista que StartupSpain es una iniciativa nacional para proyectar a nuestros mejores emprendedeores en el exterior, no obstante el trabajo a pie de terreno ha de ser a través de socios locales coordinados en una metodología sobradamente probada. Tengamos en cuenta también que podemos ser modelo para toda Hispanoamérica, y que esa metodología se puede adaptar rápidamente a países con nuestro idioma y con una cultura parecida; países que, a diferencia de nosotros están creciendo si bien carecen de la infraestructura que nosotros tenemos, podemos y debemos prestarles.
Si hacemos un símil con una reacción de combustión, StartupSpain es una chispa en el ecosistema español de startups; es el catalizador que hace reaccionar a unos actores con los otros, es el cemento que une al ecosistema. No es el combustible sino la chispa; no es el reactor sino el catalizador; no son los ladrillos sino el cemento. StartupSpain es la marca-país para nuestras nuevas empresas de alto potencial de crecimiento.
Comenzaba la primavera de 2011 cuando salieron a la palestra las primeras conclusiones sobre lo qué era y qué necesitaba el Ecosistema español de startups. Tras evaluar las actuaciones ya existentes quedó patente que no solo no faltaban, sino que sobraban actuaciones de instituciones públicas para emprendedores.
El Ministerio de Industria ha identificado, entre públicas y privadas, más de 2.500 plataformas dedicadas a la promoción del emprendimiento.
Las cuatro conclusiones de la primavera de 2011 fueron:
Cada institución por separado puede hacer cosas, pero unidas irán mas rápido y llegarán mucho mas lejos.
Se debe construir un entorno amable para innovar a través de la creación de empresas y no de crear atolones artificiales para gloria de una institución
Un cambio de mentalidad como el que necesitamos para convertirnos en un país startup tendrá que tocar, inevitablemente, nuestro sistema educativo
Será difícil colaborar, pero no nos quedaba otra opción. Las instituciones han de ceder soberanía para poder construir una marca-país de startups lo suficientemente potente para ser reconocida en cualquier lugar del mundo.
Los apoyos que necesitan las startups los podemos resumir en dos palabras: entorno e infraestructura. Cuando hablamos de entorno nos referimos a las reglas de juego, principalmente a la fiscalidad y a la burocracia. Aquí la petición masiva es la eliminación de cargas y procedimientos en los primeros meses de vida de modo que se pueda prototipar y probar de una forma mas rápida y mas barata. Y ya posteriormente aquellos proyectos con viabilidad ya demostrada tendrán que pasar por el aparato burocrático convencional.
Cuando hablamos de infraestructura pensamos en tres niveles: espacios, máquinas y relaciones. Por espacios nos referimos a infraestructura física, es decir, a un lugar en el que trabajar y relacionarse, a un espacio abierto a la innovación, accesible y asequible. Por máquinas hablamos de servidores, impresoras, tornos o termocicladores, es decir, a las herramientas físicas que soportan el prototipado. Por último el ecosistema se construye a través de miles de interacciones que generan relaciones estables; en muchos casos la viabilidad del proyecto depende de ello. Los que ya llevamos unos cuantos años en el ecosistema y hemos coleccionado ya una buena cantidad de relaciones podemos ayudar a los jóvenes emprendedores a relacionarse, ahorrándoles mucho tiempo y trabajo.
En el verano de 2010 acabábamos de ganar nuestro primer Mundial de fútbol. Fue ahí, hace casi dos años cuando Chile nos sorprendió a todos con el anuncio de Startup Chile. Era una auténtica osadía pero rebosaba buen rollo y sentido común. Se convirtió en la comidilla de los eventos de esas fechas, y poco después nos enteramos del éxito de su primera convocatoria.
Algunos emprendedores como Xurde nos preguntaban por cómo veíamos aquella locura austral pues se planteaban ir. ¿Cómo lo íbamos a ver? Bien y con sana envidia; yo me imaginaba paseando en el otoño de 2020 por el barrio de Centro-Providencia de Santiago de Chile en medio de un ecosistema de startups de primera división.
El programa chileno fue una iniciativa aislada hasta que a comienzos de la primavera de 2011 Startup America y Startup Britain nos dejaron claro que todo aquello iba en serio. En España se comenzó entonces a mover fichas, las tres primeras instituciones que se interesaron por el tema fueron/fuimos: AJE-Madrid, Tetuan Valley y EOI. Del mismo modo que en el caso chileno no se puede hablar de un país ni de una organización sino que hay que hablar de una persona – Nico Shea -, en este caso hablamos de tres: Álvaro Cuesta, Luis Rivera y un servidor.
La Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid estaba/está liderada por Álvaro Cuesta y había hecho una profunda modernización en los meses anteriores. Álvaro planteaba una estructura de coordinación para el joven ecosistema español de startups. Por su parte Luis Rivera ya había constituido un pequeño ecosistema de startups a imagen y semejanza de Y Combinator, pero en el barrio madrileño de Tetuán – Tetuan Valley; Luis apostaba por la iniciativa privada para tirar de este carro y defendía el modelo chileno de devolver al estado lo recibido en forma de servicios a la Comunidad.
Mientras tanto, en EOI habíamos comenzado a trabajar en el Plan de Emprendedores de la Escuela tras el SIMO-Open Green de octubre de 2010. Este plan integraba las principales instituciones y ponía a la Escuela como puente entre la iniciativa pública y la privada. Su proceso de construcción me permitió escuchar voces representativas del Ecosistema. Recuerdo la frase de Javier Martín en diciembre de 2010: solo funcionará si sale desde abajo hacia arriba; la de Ricardo Galli: las administraciones tienen que comprar cosas a las startups; o la de Juan Mateu en esta misma línea: no me des subvenciones, cómprame cosas. También aquellas que apuntaban a una simplificación administrativa y fiscal de la mano de François Derbaix: desregularizar y eliminar las subvenciones, o la visión cargada de sentido común de su esposa, Marta Esteve, quien veía un edificio en el centro de la ciudad accesible para emprendedores.
En el convulso verano de 2011 MadridEmprende dio un paso al frente con la puesta en marcha de Madrid International Lab. De ese modo, la institución liderada por Iñaki Ortega pasaba de ser la mayor red de viveros a nivel nacional a posicionarse muy seriamente como aquella infraestructura para startups de la que Marta Esteve me había hablado medio año antes.
Tras estos pioneros vendrían Wayra España, el Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol, los eventos Start Up Spain de ESADE – Fundación Rafael del Pino o el Spain Startup & Investor Summit de IE, Infoempleo y FCP; pero de estos hablaremos en otra ocasión.
España tiene mimbres para que salgan buenas startups, tenemos pocas empresas grandes que patenten y exploten su propiedad industrial pero muchas pequeñas empresas acostumbradas a innovar en su día a día, somos un país de inventores. Otro punto a nuestro favor es la alta formación de los jóvenes, ya que la mayor parte de los creadores de startups son ingenieros o licenciados.
Además España vuelve a ser barata. Como sucediera en 1985 con el ingreso en la Unión Europea (entonces Comunidad Económica Europea), se abrió un filón para el turismo e industria por el diferencial de nuestros salarios con los de alemanes, suecos o franceses. Ahora las startups españolas están mucho mas baratas que las del Norte de Europa, Israel o Norteamérica, dada la poca competencia que tenemos aquí entre inversores y lo especialmente dura que está siendo para nosotros la crisis económica, pues somos un país muy apalancado y especialmente endeudado sobre el ladrillo. De este modo, se ha abierto una ventana de oportunidad para la inversión semilla en nuestras empresas con alto potencial de crecimiento.
España comienza a tener un ecosistema de apoyo a startups, con emprendedores de éxito que se convierten en inversores, caso de François Derbaix. Tenemos también germen de redes de inversores como Keiretsu Forum, que hacen posible que capitalistas de sectores tradicionales pongan su dinero en nuevos negocios. Tenemos redes de emprendedores como Iniciador que han nacido desde la Base y hoy conectan a miles de creadores de startups dentro y fuera de nuestras fronteras. Incluso ha nacido, mas recientemente, un movimiento por el cambio de nuestro Sistema Educativo, que utiliza la empresa como lugar de aprendizaje, el error como parte del proceso y aprender haciendo como leit motiv; tales son los casos de Iniciador Kids o del Grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación de TeamLabs. También tenemos incubadoras con el modelo marcado por YCombinator, como es Tetuán Valley que ya comienza a tener todos los ingredientes del Ecosistema, a saber: proyectos, mentores e inversores.
El Ecosistema se crea, por definición, desde abajo hacia arriba, es un sistema emergente, tienen que ser sus propios actores quienes lo construyan, pero también es muy joven y por tanto frágil y pequeño. Debemos como país tratarlo con cariño. El Ecosistema Español de Startups no necesita combustible, pero tal vez sí convenga ayudarle con catalizadores, y por supuesto dotándolo de un entorno amable pues nos va el futuro en ello
Nota: He citado Keiretsu Forum, Iniciador Kids y El Grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación de TeamLabs (Team Academy – Mondragón), porque son iniciativas en las que estoy implicado y por lo tanto conozco de primera mano. No quiere decir que sean las mejores ni mucho menos las únicas en cada caso.
Los ecosistemas de apoyo a las startups datan de mediados del siglo pasado, aunque en aquel momento no se hablaba todavía de startups pues no existía esta palabra. Todo comenzó en 1950, cuando la Universidad de Stanford decidió crear su Parque Industrial que constaba de una serie de pequeños edificios en alquiler barato destinados a compañías técnicas, las cuales en muchos casos habían sido creadas por estudiantes, como por ejemplo William Hewlett y David Packard.
En estos espacios algunos empresarios de éxito acompañaban a las empresas, como forma para devolver a la Sociedad parte de lo que habían recibido de ella y, por qué no decirlo, para evaluar posibles proyectos en los que invertir.
Hoy, el Área de la Bahía de San Francisco en la que está Silicon Valley tiene empresas tecnológicas que emplean a 387.000 personas.
En los años Ochenta, es decir, treinta años mas tarde de que la Universidad de Stanford pusiera el germen de lo que hoy es Silicon Valley; Israel hizo una apuesta estratégica por las empresas tecnológicas. Hoy, con tan solo 7 millones de habitantes y 60 años de historia como país, hay 63 compañías israelitas cotizando en el indice NASDAQ norteamericano.
Como iniciativa privada destaca Y-Combinator, una incubadora para empresas ligeras que ha marcado la pauta para lo que vino después. Fue creada en 2005 por Paul Graham, un programador que se convirtió en emprendedor de éxito y mas tarde en inversor y ensayista. Y-Combinator es un fondo de inversión con sede en la misma ciudad que Google – Mountain View -, especializado en capital-semilla. Este fondo se complementa con asesoramiento por parte de emprendedores de éxito y con contactos. El programa dura tan solo tres meses y, a cambio de unos 20.000$ exige un 6% del capital de la empresa.
El primer modelo de apoyo político explícito a las startups fue StartupChile en 2010, una idea de Nicolás Shea, otro emprendedor de éxito que convenció al Primer Ministro Chileno para que le diera su apoyo, y un pequeño fondo para la inversión temprana en empresas de cualquier nacionalidad. Startup Chile ofrece financiación de 40.000$ y una estancia de 6 meses en el país sin ningún tipo de compromiso posterior. Se les provee de una oficina y se conecta a los emprendedores con mentores en inversores. Un experimento tan arriesgado como este ha superado ampliamente las expectativas; hasta el momento Startup Chile ha recibido 1.600 solicitudes de 70 países, en su mayor parte de Estados Unidos. Han participado ya en el programa 500 emprendedores y se han establecido en Chile 220 startups extranjeras que han levantado ya $8M, principalmente de Fondos argentinos, brasileños, franceses y norteamericanos. Aunque quizás el resultado mas importante es el ecosistema de creación de empresas que están construyendo en Santiago de Chile y la gran velocidad a la que está creciendo.
Startup America es un programa lanzado por el Gobierno Norteamericano el 11 de marzo de 2011, su objetivo es apoyar la creación y desarollo de empresas con alto potencial de crecimiento; y tiene cuatro ejes: acceso de los emprendedores a la financiación, reforma del marco regulatorio de las nuevas empresas con alto potencial, programa de acompañamiento por mentores y reformas en los marcos impositivo y de incentivación. Actualmente está co-dirigida por The Kauffman Foundation y por The Case Foundation y está abierta al patrocinio de grandes corporaciones.
Pocos días después se presentó Startup Britain, en concreto el 30 de marzo de 2011. En este caso se trata de una plataforma liderada por una serie de emprendedores británicos de éxito y amparada por su Gobierno, y está basada en la colaboración público-privada.
Con estas medidas publicas, los gobiernos están acompañando a la Sociedad Civil. La startup está aquí para quedarse, no es una moda pasajera sino lo mas parecido que hoy tenemos hoy a lo que será la empresa del Siglo XXI.
¿Tenemos germen para alguna iniciativa así en España? Claro que sí, pero lo contaré en la siguiente entrega.
Hace año y medio comenzamos a hablar de StartupSpain. Inicialmente fue tan solo una hipótesis, pero se acabó convirtiendo en una obviedad, al punto que en abril de 2011 ya estaba claro que fuera quien fuera, alguien acabaría poniendo en marcha ése Sistema Nacional de apoyo a las startups.
Primero debemos tener claro que una startup no es ni una PyME ni tampoco una empresa de base tecnológica. Como dicen Bob Dorf y Steve Blank, una startup es una organización temporal diseñada para buscar un modelo de negocio repetible y escalable; es decir:
1. Las startups tienen fecha de caducidad, bien porque dejan de crecer a la velocidad que deben crecer este tipo de empresas, bien por que se han hecho demasiado grandes o han sido compradas por una grande. En cualquier caso son organizaciones temporales.
2. Las startups son susceptibles de ser clonadas, es decir, se pueden repetir en otros lugares de la geografía. En estas empresas están intrínsecamente unidas a la innovación, en cualquiera de sus clases; y se pueden repetir en otros países con éxito.
3. Las startups son escalables, es decir, sus modelos de negocio son replicables de forma rápida y barata en otros lugares. De este modo, las startups son un selecto y reducido grupo del conjunto de las PyMEs, pero no tienen porqué estar fundadas sobre un plan estratégico de I+D, como sucede en las de base tecnológica, sino que la innovación forma parte de su día a día y en muchos casos de su modelo de negocio. Conviven con la incertidumbre, de modo que si un mercado no les funciona pivotan y se buscan otro.
Si startup es temporal, repetible y escalable, no se circunscribe por tanto al ámbito de Internet, sino que son un formato de creación de empresa en sí mismo. Las compañías deben cambiar hacia modelos propios de las startups, es decir, nacer como pequeñas empresas pero para hacer grandes cosas.
Se trata principalmente un cambio de mentalidad marcado por el nuevo entorno, y justificado en: su cercanía al mercado y los nuevos nichos que están apareciendo en él, así como en su velocidad, su capacidad de innovación tanto en tecnología como en modelo de negocio, su adaptación al cambio – que no crisis – en el que estamos viviendo y en el que ellas ya han nacido, y en su capacidad para gestionar la incertidumbre.
Las startups son una metáfora del Siglo XXI que nos ha tocado vivir, son rápidas y ligeras, viven dentro del mercado en el que prueban constantemente nuevos productos; son por tanto mas competitivas. Debemos apostar por ellas porque nuestra economía necesita un revulsivo y no tenemos dinero para meter gas pero sí inteligencia para colocar un catalizador, y las startups son un catalizador.
Estas empresas se piensan grandes, empiezan pequeñas y escalan rápido – Think big. Start small. Scale Fast – Eric Ries. Cuando crecen, generan empleo, riqueza y conocimiento en su entorno. Si no consiguen crecer, también generan conocimiento porque no hay ninguna formación con la que se aprenda tan rápido como creando una startup.
StartupSpain hay que entenderlo como una ayuda al joven Ecosistema Español de las startups, en el que las ideas no fluyen desde arriba hacia abajo, sino que nacen en unos pocos individuos y algunas de ellas acaban emergiendo.
El pasado 29 de febrero fue mi último día en EOI, dejo atrás algo mas de mil días de experiencias, amigos y algunos de los mejores proyectos que he hecho, como es el caso de Open Green en SIMO 2010.
Me he volcado con proyectos en los que disfruté. Comenzamos creando infraestructura de relaciones para pymes, le dimos una vuelta a Redepyme que acabó por ponerse de largo en aquel Open Green. Tratamos de hacer de la consultoría algo escalable y ágil a través de los Seguimientos; lanzamos tres marcas: la nueva Redepyme, Open Green y Emprendeoi; y creamos el Club de Emprendedores de EOI o el Foro de Inversión Redepyme-Iniciador entre otras iniciativas.
Llevamos a la Escuela a: Iniciador, Ellas 2.0, Betabeers, las Jornadas de eCommerce, Iniciador Kids, CEO-CF, Keiretsu Forum, Ecomm & Beers o iOS Bootcamp, entre otros.
Me despedí de la Escuela tras poner en marcha los Cursos de empresas de diseño, aunque yo prefiero llamarlos Cursos de diseño de empresas, que marcan, a mi entender, la línea que han de seguir este tipo de programas en el Siglo XXI.
En marzo de 2011, mientras dibujaba el Plan de Emprendedores de la Escuela salió, como por arte de magia Startup Spain, todavía no habían aparecido ni Startup America ni tampoco Startup Britain, pero pocos meses antes, Nicolás Shea sí que había creado ya Startup Chile. En aquel momento pensé que el proyecto podía ser impulsado por la Escuela, como puente entre la iniciativa pública y la privada, pero siempre que Startup Spain fuera un movimiento de abajo hacia arriba y no al revés. Posteriormente seguí trabajando para unir fuerzas hacia un emergente Plan Nacional de Emprendedores, en el que un año después aún sigo enfrascado conectando a los principales actores de nuestro Ecosistema Nacional de Emprendedores.
Me voy satisfecho y con mas trabajo del que quisiera, pues me propuse descansar y, ni por asomo, lo he hecho en estas dos semanas que he estado fuera. Tengo muchos proyectos encima de la mesa, y muy a mi pesar, tendré que decir no a algunos de ellos.
Hace años pensaba que el tiempo era infinito. Hoy creo que el tiempo es lo único que nos limita.
El I Campamento Iniciador kids celebrado en agosto de 2011 en Rada-Cantabria ha sido un laboratorio de educación, una experiencia emocionante que creo debo compartir desde el punto de vista de metodología docente. Soy consciente que este no es un blog para profesores de Secundaria pero siento la necesidad de compartir mi experiencia con ellos.
2. ¿Por qué?
Cuando Rosa Poo, alma mater de Iniciador kids, me propuso ser maestro acepté enseguida; yo no pasaba por un buen momento y aquella marcianada me parecía un soplo de aire fresco. Tras aceptar reparé en que iba a perder algunos ansiados días de vacaciones; pero después vi quiénes iban a ser colegas maestros, todo un plantel, que hizo subir mis exigencias de calidad y también mis expectativas.
Horas y horas preparando mis tres sesiones me llevaron a entender que no podía llevar una programación cerrada, sino que debía elegir un eje y disponerme a que los alumnos me pusieran en aprietos. Elegí como eje: el dinero, la financiación de pequeñas empresas que hacen grandes cosas, la inversión en startups.
Acabé mi licenciatura en Química sin haber oído hablar de dinero, me sentí manco cuando creé mi primera empresa y reparé en el agujero formativo que tenía. Podía sonar poco elegante pero sí, iba a enseñar a niños a buscar dinero para sus proyectos.
3. ¿Cuándo?
Los primeros días de campamento los viví en Twitter, el hashtag #iniciador_kids rebosaba buen rollo, pero también trabajo, porque los chicos llevaban un ritmo frenético de tres sesiones diarias de clases siete días por semana. Temía encontrarlos desmotivados, pero no cansados pues eso se podía superar; aunque enseguida vi en Twitter que motivación había allí de sobra.
4. ¿Quiénes?
16 chicos entre 9 y 14 años, 2 monitores y 7 maestros emprendedores expertos en diversas áreas hicimos el experimento; dirigidos por Rosa. Llegué a Iniciador kids el último domingo de agosto, cuando ya llevaban una semana de campamento. Si quitas la entrega de diplomas del final, me encontré algo parecido a lo que puedes ver en este video.
Planteé hacer un foro de inversión, pero era necesario fomentar su inquietud, pues la búsqueda de dinero para llevar a cabo un proyecto no es obvio.
Primer día
Dejé mi bici dentro de su funda en una esquina de la clase, de modo que no llamara la atención. Les conté la historia de Aimar Fraga, un emprendedor que quiso hacer una bici sensacional, es decir, que transmitiera muchas y buenas sensaciones. Cuando su interés por la vida de Aimar comenzó a decaer les dije que les podía enseñar una bici parecida a la de Aimar pues también la hizo él. Desenfundé la mía y la monté. Tienes el vídeo aquí.
Cuando se quiere hacer algo nuevo es posible que necesitemos dinero para ello, y ese dinero hay que conseguirlo de alguna manera. Algo que nos dio pie y tiempo para introducir la búsqueda de financiación. Ya les habían hablado antes de equipo, de modo que fue sencillo llegar a ver dos partes el equipo: el emprendedor y el gestor, pero fue mas complicado llegar al tercer pilar, al inversor. En este punto se interesaron por esta figura; para ellos venía a ser un ser etéreo con mucho dinero; y poco a poco lo fuimos aterrizando.
Segundo día
Los chicos estaban cansados, y yo necesitaba para este segundo día una baza, como había sido la bici ayer, que me ayudara a captar su atención. Del primer día había quedado claro que no teníamos claro como se captaba el interés del inversor, de modo que haríamos una competición de inversores.
Me asusté al llegar 15 minutos antes de la clase y encontrármelos allí esperándome, miré el reloj pero simplemente habían ido pronto.
En la competición, cada uno de ellos sería un inversor con tres euros y tendría cinco empresas para elegir donde poner su dinero. Las empresas ya habían sido calificadas por emprendedores-inversores de un jurado; apelé a que Javier Martín (Loogic), que ya les había dado clase, había sido uno de los tres miembros del jurado; aquello, además de ser cierto le concedió credibilidad al ejercicio.
Si invertías un euro en la ganadora te llevabas 30€, si lo ponías en la segunda se convertía en 20€, si era en la tercera 10€, y si invertías en la cuarta a quinta clasificada lo perdías. Esas eran las reglas y les presenté los cinco casos. E invirtieron sus tres euros aunque en un par de casos se guardaron un euro sin invertir.
Me sorprendió la orientación social de sus razonamientos y su prudencia en muchos casos. Lo cierto es que la elección de en qué empresas poner su euro retrataba a cada chico mejor que una cámara. Una vez entendidos los resultados le dimos la vuelta a las inversiones para verlas desde una óptica social y todos nos sorprendimos.
Tercer día
Era el último día completo de campamento y, además la última sesión. Ya se habían entregado los diplomas, ya había habido despedidas y lágrimas. Nos quedaba hacer un foro de inversión; si el segundo día los chicos eran inversores, en esta ocasión serían emprendedores-inversores.
Unos días antes, los chicos repartidos en tres equipos habían diseñado sendos proyectos con Javier Esteban. En este ejercicio se trataba de presentarles cada proyecto a sus compañeros para que invirtieran el dinero en su empresa; era obligatorio responder de forma cualitativa a tres preguntas: ¿qué vamos a hacer?, ¿cuánto dinero necesitamos? y ¿en qué nos lo vamos a gastar?.
Como moneda utilizamos chucherías. Tres por alumno; en esta ocasión los múltiplos no podían ser tan altos por la limitación de dulces; daríamos tres calificaciones en base al número de inversores que hubiesen apostado por cada empresa. Uno de los objetivos era ver por qué los inversores son gregarios; el problema fue que alguno se dio cuenta demasiado rápido, creo que las votaciones deberían haber sido privadas. El que invirtiera una chuche en la ganadora se llevaría tres, recuperaría su chuche si era en la segunda y la perdería al apostar por la tercera.
Como es lógico, alguno de los mas pequeños llegó al momento de la inversión con solo una chuche que, además venía ligeramente usada. El resultado fue algo así como el orden sobre el caos; tomaron decisiones y fueron responsables de ellas, incluido el no poder invertir en su empresa por haberse comido las chucherías.
6. Conclusiones
1. Iniciador kids se debe repetir, multiplicar y clonar. Ha sido un experimento difícil porque exigía a los padres un gran esfuerzo y a los maestros el sacrificar varios días de vacaciones, pero todos hemos salido ganando. Hemos creado vínculos que solo son posibles en la convivencia de un campamento y bajo un interés común.
2. La iniciativa emprendedora es un estado mental, una forma de afrontar la vida. El eje transversal a todo Iniciador kids es la creatividad, para ello se combinó a profesionales de perfil alto con niños, de este modo nosotros íbamos muy sobrados de conocimientos y podíamos asumir que fueran los niños quienes guiasen la clase.
3. Iniciador kids es un soplo de aire fresco, una dosis de optimismo. Basta ya de derrotismos, solo la creatividad y el esfuerzo nos va a sacar de ésta.
4. En Iniciador kids se vende; me atrevería a decir que se hacen mas ventas nuevas que en un evento comercial. Me explico. Lo viví con la feria Madrid es Ciencia de 2008, se trataba de un evento educativo pero se hicieron mejores contactos comerciales que en una feria sectorial. El motivo es simple, la gente no lleva coraza, todos vamos ablandados de modo que somos mas receptivos ante las propuestas que nos hagan.
5. No se trata de crear empresas, la cosa va mucho mas allá. Las startups son una metáfora del Siglo XXI que nos espera, son rápidas y ligeras. Cuando se trata de generar valor para la Sociedad el tamaño importa menos, y además va en detrimento de la velocidad porque las empresas grandes son siempre mas lentas que las pequeñas. En Iniciador kids no se hablaba de empresas sino de startups.